El argentino Jorge Bergoglio, el primer pontífice latinoamericano, llegó al papado con una visión mucho más progresista de su predecesor, Benedicto XVI, pero también causó opiniones divididas.
El legado de Francisco
Francisco, una figura carismática, llegó con aires de cambio al Vaticano. Una vez que asumió el cargo, decidió vivir en la casa de huéspedes del Vaticano en lugar del Palacio Apostólico, viajar a eventos en un Fiat y no en un Mercedez-Benz y que su vestimenta fuera más sencilla que la de sus antecesores.
“Así como Jean Pablo II alteró el perfil del papado a través de sus viajes por el mundo, Francisco lo ha hecho a través de su espontaneidad y franqueza”, escribió Paul Elie en un artículo para The New Yorker.
Las actitudes progresistas de Francisco le valieron varios elogios. La revista TIME lo apodó “el papa del pueblo” en 2013 y lo nombró como Persona del Año entonces.
Por algunos, su liderazgo fue visto como una renovación necesaria para la Iglesia Católica, envuelta desde hace muchos años en escándalos de corrupción y de abusos sexuales contra menores de edad.
Catherine Clifford, teóloga e historiadora de la Universidad de Saint Paul, dijo a la revista Newsweek que Francisco enfrentó “cierta resistencia a su estilo de liderazgo entre algunos obispos”.
El papa puso el acento en “la identidad y la dignidad de los pueblos, un esfuerzo sistemático por crear las bases culturales y de carácter espiritual de una nueva sociedad mundial fundada en la identidad y no en su homogeneización”, dijo el analista internacional argentino Jorge Castro, en entrevista con Connectas en marzo de 2023.
El papa priorizó el contacto de la Iglesia Católica con los creyentes fuera de Europa. Prefirió hacer viajes a América Latina —la región con más católicos del mundo—, Asia y África.
En septiembre de 2024 realizó una gira de 12 días por cuatro países de Asia y Oceanía, el mayor viaje de su papado en duración y distancia.
El papa, además, trajo mayor diversidad a la iglesia, “Realmente este Papa ha significado un cambio. No sólo se ha vuelto la voz de los sin voz, sino una autoridad moral mundial: todos los líderes del mundo lo escuchan”, aseguró Castro.
Desde su entrada al pontificado, Francisco enfrentó una pequeña caída en su popularidad, aunque aún hay varios países en los cuales goza de una gran aprobación.
De acuerdo con una encuesta del Centro Pew presentada en abril de 2024, en todos los países latinoamericanos encuestados, así como en los Estados Unidos, aproximadamente dos tercios o más católicos expresan una opinión favorable del Papa Francisco, incluido el 88% en Colombia y el 84% en Brasil.
La mayoría de los católicos encuestados aseguraban que el Papa Francisco representa un cambio en la dirección de la Iglesia Católica.
«Francisco está liberado de la sombra de Benedicto XVI, y al mismo tiempo aislado ante sus enemigos porque de cierta forma Benedicto XVI lo protegía», señaló a la AFP Michel Kubler, sacerdote en Roma y otrora redactor en jefe religioso del diario francés La Croix, en una entrevista en 2023.
Tanto dentro como fuera del Vaticano, las críticas aumentaron desde su elección, como lo prueban los numerosos pronunciamientos contra su gestión, en especial de ultraconservadores estadounidenses.
«Los ataques son más virulentos y a 360º. También hay un cansancio general», señaló una fuente del Vaticano, haciendo hincapié en la personalidad «polarizante» de Francisco.
Los temas más criticados son la gestión del papa, considerada demasiado personal, y las dificultades para completar su reforma de la Curia, el gobierno central de la Iglesia, para la cual fue electo.
Como respuesta, Francisco actuó con firmeza, eliminando los privilegios, el salario y el alojamiento oficial de uno de sus adversarios más famosos, el cardenal estadounidense Raymond Burke.
El año 2023 también estuvo marcado por novedades en la lucha contra la violencia sexual en la Iglesia, así como la inculpación de un sacerdote jesuita esloveno acusado de violencia sexual y psicológica contra mujeres. También tuvo lugar la renuncia del miembro más influyente de la comisión del Vaticano contra la pedocriminalidad.
Sin embargo, la falta de más acciones concretas sobre este tema continuó como una sombra el resto se su pontificado.
El proceso sinodal hizo surgir grandes esperanzas de cambio, especialmente para las mujeres, que durante mucho tiempo se ha quejado de ser tratadas como ciudadanas de segunda en la iglesia.
Las mujeres tienen prohibido ejercer el sacerdocio y los puestos ministeriales más altos de la institución, a pesar de que realizan la mayor parte del trabajo en la dirección de hospitales y escuelas católicas y en la transmisión de la fe a las futuras generaciones.
El tema de ordenar a mujeres diaconisas, sin embargo, fue retirado de las discusiones, pues la iglesia aún no se encontraba «madura» para tomar esta decisión, afirmó el papa Francisco, de acuerdo con el cardenal Víctor Manuel Fernández.
Sin embargo, en su papado hubo algunos pequeños avances para los creyentes de la comunidad LGBT. En diciembre de 2023, el papa aprobó que los sacerdotes católicos pueden administrar bendiciones a parejas del mismo sexo, siempre y cuando no formen parte de los rituales o liturgias regulares de la Iglesia.
«Esta bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio», precisa el documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobado por el papa Francisco.
Unas semanas antes, el Vaticano indicó que los creyentes transgénero pueden ser bautizados en la iglesia católica si el acto no provoca ningún «escándalo» o “confusión”.
Francisco insistió en varias ocasiones que la Iglesia debe abrirse a todos, incluso a los creyentes LGBTQ. Sin embargo, dejó claro que consideraba la homosexualidad «un pecado, como lo es cualquier acto sexual fuera del matrimonio».
«El Señor siempre camina con nosotros (…) Incluso si somos pecadores, Él se acerca para ayudarnos. El Señor nos ama como somos, este es el amor loco de Dios”, dijo Francisco a una joven transexual en julio de ese año, de acuerdo con declaraciones difundidas por el Vaticano.
El papa, además, siempre fue muy vocal acerca de temas geopolíticos, como las guerras en Ucrania y la Franja de Gaza, así como la migración. Sus declaraciones sobre estos asuntos le contaron, sin embargo críticas, incluso de mandatrios, como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.